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10 Step Post Mortem Technique
La necropsia respiratoria en 10 simples pasos
 

Procedimiento de necropsia dirigida al diagnóstico del síndrome respiratorio

Una de las enfermedades colectivas más frecuentes en el ganado bovino es el síndrome respiratorio. Suele presentarse en forma de brotes epidémicos, afectando principalmente a los animales jóvenes, con morbilidad y mortalidad muy variables y causando importantes pérdidas, tanto en las explotaciones de cebo como en las de reproducción y cría. Se trata de un proceso de etiología infecciosa, aunque su aparición suele estar supeditada a la existencia de factores ambientales o de manejo que predisponen a los animales a padecerlo. Entre los agentes patógenos implicados, se encuentran principalmente virus y bacterias.

La técnica de necropsia exprés o dirigida, que describiremos a continuación, se recomienda en dos supuestos:

 

  • Siempre que exista un diagnóstico clínico previo e inequívoco de síndrome respiratorio y tengamos la certeza de que las bajas se están produciendo como consecuencia del mismo. En esta situación, el objetivo no será tanto el determinar la causa de la muerte, que ya conocemos, sino tratar de identificar a los microorganismos presentes en el brote.

 

  • Cuando nos encontramos con animales muertos y no disponemos de datos clínicos sobre el proceso, pero observamos factores predisponentes que nos invitan a sospechar que puede tratarse de enfermedad respiratoria: principalmente condiciones desfavorables en los alojamientos, agrupamiento de individuos de distintos orígenes, manejo deficiente y otras causas de estrés. Además, debemos tener en cuenta el historial de patología de la explotación.

 

Si esta técnica rápida no evidencia lesiones concluyentes y siempre que queramos realizar una exploración más amplia, podremos continuar explorando otras cavidades y completar la necropsia con la inspección de todos los aparatos y sistemas.

El estudio macroscópico de las lesiones nos aportará una información inmediata que debemos añadir a las observaciones clínicas y epidemiológicas, estableciendo una hipótesis sobre la etiología del caso. La toma de muestras y su posterior análisis en laboratorio, podrá confirmar las sospechas o poner de manifiesto la presencia de otros microorganismos. En el procedimiento de necropsia que detallamos, obtendremos muestras válidas para su tratamiento mediante la técnica de Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR) que determinará la presencia o ausencia de los patógenos más frecuentes. Al enviar las muestras al laboratorio es conveniente elegir un panel que incluya los patógenos respiratorios más relevantes: virus como BRSV, IBR, BVD o Pi3 y bacterias como M. haemolytica, H. somni, P. multocida o M. bovis. La toma de muestras sería ligeramente distinta (aséptica) en el caso de querer realizar cultivos; debe tenerse en cuenta que los cultivos pueden limitar el diagnóstico de bacterias como H. somni o M. bovis y no son aplicables en el caso de los virus.

En definitiva, la técnica que aquí se propone pretende resultar útil para que el veterinario, ante un brote de síndrome respiratorio o en explotaciones con problemas endémicos, pueda practicar una necropsia rápida y sencilla en el campo, sin necesidad de un entrenamiento específico o una dilatada experiencia previa y disponiendo sólo de un instrumental básico. La simplificación del procedimiento y la reducción del tiempo empleado no afectará en ningún caso al rigor científico con el que el veterinario debe enfrentarse a una necropsia, únicamente supone una adaptación a las circunstancias del trabajo clínico, facilitando que se practique en tantas ocasiones como sea necesario.

En este artículo, nos limitamos a describir la técnica. La valoración de las lesiones y la interpretación de los resultados de laboratorio serán temas a abordar en siguientes capítulos

Instrumental y materiales básicos

Antes de comenzar, debemos asegurarnos de que disponemos de los materiales para la realización de la necropsia y la toma de muestras de forma idónea. Es imprescindible contar con un cuchillo afilado; además necesitaremos un afilador, tijeras, hacha pequeña (opcional), pinzas, 6 hisopos estériles sin medio y con mango de plástico, 2 frascos de muestras.

Necropsies materials

Técnica de los 10 pasos en 10 minutos

1. Colocar el cadáver en decúbito lateral izquierdo.

La posición es importante en el caso de los rumiantes, ya que el rumen presenta un gran volumen y puede dificultar la exploración de la cavidad abdominal, en el caso de que sea necesario acceder a la misma.

 

2. Abrir la articulación de la rodilla para explorar las cápsulas sinoviales.

Al realizar el corte en una articulación sana, la presencia de líquido sinovial es mínima. En caso de sospechar de sinovitis, se tomará una muestra de líquido sinovial para investigar la posible presencia de Mycoplasma bovis o Histophilus somni, patógenos respiratorios que acostumbran a colonizar también estos tejidos.

 

3. Diseccionar la pata anterior derecha.

Realizar un corte en la axila, zona de fijación muscular del miembro, a la vez que se abduce la extremidad, hasta que nos permita acceder de forma sencilla al tórax.

 

4. Exteriorizar la tráquea hasta la faringe.

Separar la tráquea completamente, incluyendo la faringe para, posteriormente, ser capaces de extraer todo el paquete respiratorio.

 

5. Abrir las costillas.

Realizar incisiones largas en los espacios intercostales procurando no dañar el pulmón. Cortar a lo largo de la línea del esternón, lo que permitirá abrir la cavidad torácica. En animales de mayor edad es posible necesitar un hacha para cortar la línea del esternón. Fracturando las costillas manualmente, abrir la cavidad hasta exteriorizar el pulmón.

En este momento, podremos observar el aspecto que presentan el pulmón y la pleura visceral y parietal. También detectaremos la posible presencia de fluidos anormales en la cavidad.

 

6. Extraer el paquete respiratorio.

Extraer el paquete respiratorio por completo, desde la faringe hasta los pulmones. Colocarlo sobre una superficie limpia y que nos permita una cómoda manipulación de los órganos.

 

7. Inspeccionar el tejido pulmonar.

Con unas tijeras, realizar varios cortes profundizando en el parénquima pulmonar, a lo largo de la línea que separa el tejido sano del lesionado. Repetir lo mismo en la zona afectada, a una distancia de 1 o 2 cm. de las incisiones anteriores. Tomar muestras rascando vigorosamente con los hisopos en el interior de cada incisión, para detectar la presencia de virus y bacterias. Es posible recortar pequeñas muestras del tejido afectado y colocarlas en un frasco para enviar a laboratorio.

 

8. Comprobar la presencia de abscesos u otras lesiones en la faringe.

 

9. Abrir la tráquea hasta la bifurcación.

Observar la presencia de lesiones y recoger muestras frotando enérgicamente con un hisopo para estudiar la presencia de virus, como el Herpesvirus Bovino Tipo I (IBR), que presenta gran afinidad por este órgano.

 

10. Cortar en láminas el miocardio.

Realizar varios cortes para evidenciar la presencia de infartos, abscesos o miocarditis, indicadores de posible infección por Histophilus somni. En caso de sospecha, se pueden tomar muestras con hisopo para PCR.

Conclusión

La principal ventaja de esta técnica de necropsia es que nos permite integrarla en las rutinas de trabajo en el campo, pudiendo realizarla siempre que en una visita a granja nos encontramos con un cadáver, sin necesidad de una planificación previa y sin alterar nuestra agenda del día, ya que emplearemos muy poco tiempo en ello.

Además de la información diagnóstica que nos aporta, suele resultar muy útil para que el ganadero sea más consciente del problema y de sus consecuencias económicas, favoreciendo la implantación de las medidas preventivas que podamos proponer.

 

Referencias:

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