ETIOLOGÍA:

Está causada por un Calicivirus (género Lagovirus, familia Caliciviridae), un virus de ARN sin envoltura con una proteína estructural de la cápside (VP60). Se caracteriza por una elevada morbilidad y una gran resistencia en el medio.

En 2010, surgió en Europa un virus de la enfermedad hemorrágica del conejo (RHDV) con diferencias filogenéticas y antigénicas al clásico, el cual se le denominó RHDV2. Por lo tanto, se han descrito dos serotipos diferentes: RHDV1 o “cepa clásica” y RHDV2 o “cepa variante”.

TRANSMISIÓN:

• Contacto directo: los conejos infectados pueden excretar el virus a través de sus secreciones o excreciones (oral, nasal, conjuntival y parenteral).
   
• Contacto indirecto: fómites como ropa, jaulas, equipo, etc., alimento contaminado, y vectores (mamíferos carroñeros, aves e insectos).

SIGNOS CLÍNICOS: 

Se han descrito 3 cursos clínicos diferentes dependiendo de la evolución clínica de la enfermedad. En la forma hiperaguda, es muy típico que se manifieste como una muerte súbita sin signos clínicos. La mortalidad varía según la cepa de RHD y la edad del conejo:

• RHDV1 o cepa clásica: elevada mortalidad (80-90%) en conejos adultos.
   
• RHDV2 o cepa variante: mortalidad muy variable (50-80%) y puede afectar a conejos de 7-15 días o más.

En la forma aguda o subaguda, los conejos suelen manifestar fiebre, anorexia, apatía, síntomas neurológicos, algunas veces signos respiratorios, ictericia, epistaxis, etc.

LESIONES: 

Necrosis hepática, esplenomegalia, congestión y hemorragias en múltiples órganos: bazo, timo y pulmones.

DIAGNÓSTICO:

• Identificación del agente causal: el hígado es el órgano de elección para la identificación de RHD, ya que contiene el mayor título viral. Las siguientes técnicas pueden utilizarse para detectar el virus: test de la hemaglutinación, microscopía electrónica, ELISA del tipo “sandwich”, RT-PCR y Western blot.
   
• Detección de la respuesta inmunológica (serología): inhibición de la hemaglutinación y ELISA. 

TRATAMIENTO, PREVENCIÓN Y CONTROL:

No existe ningún tratamiento específico para la enfermedad hemorrágica del conejo, por lo que sólo se puede implementar un tratamiento de soporte.

Las principales herramientas para prevenir la enfermedad son la aplicación de las medidas de bioseguridad (limpieza y desinfección, aislamiento, etc.) y la vacunación de todos los conejos. Hay algunas vacunas comerciales que pueden administrarse a partir de los 30 días de vida.

En algunos casos, cuando hay brotes de RHD en un grupo de conejos, se puede utilizar la vacunación como una estrategia de emergencia.