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Leishmaniosis canina

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Perros

Leishmaniosis canina

ETIOLOGÍA:

La leishmaniosis canina es una enfermedad zoonótica causada por Leishmania. El principal reservorio del parásito es el perro.

El ciclo biológico de Leishmania tiene lugar en dos huéspedes diferentes (mamíferos y flebótomo):

  • El flebótomo inyecta los promastigotes al perro.
  • Las células fagocíticas del perro (principalmente macrófagos) fagocitan los promastigotes.
  • Los promastigotes se transforman en amastigotes multiplicándose e infectado células de otros tejidos.
  • El flebótomo toma sangre del perro (ingiere las células fagocíticas infectadas con amastigotes).
  • Los amastigotes se transforman en promastigotes en el intestino del flebótomo.

 

TRANSMISIÓN:

La leishmaniosis canina se transmite principalmente por flebótomos infectados que inyectan los promastigotes en el perro. Otras rutas de transmisión son la vertical o la transfusión sanguínea.

 

SIGNOS CLÍNICOS:

Las manifestaciones clínicas de la leishmaniosis canina son la consecuencia de la respuesta inmune del hospedador y están asociadas a la deposición de inmunocomplejos solubles en diferentes tejidos. Existen dos tipos de respuestas inmunes frente a Leishmania:

  • Perros infectados que desarrollan una elevada inmunidad celular (respuesta Th1) y una baja inmunidad humoral, y están aparentemente sanos.
  • Perros infectados y enfermos que desarrollan una baja inmunidad celular y una elevada inmunidad humoral (respuesta Th2). Dichos animales presentan diferentes signos clínicos como pérdida de peso, astenia, linfoadenomegalia, lesiones cutáneas, poliartritis, pérdida de proteína debido a nefropatología…

 

 

DIAGNÓSTICO:

Las técnicas diagnósticas más utilizadas para el diagnóstico de la leishmaniosis canina son:

  • Detección del parásito: citología, histología, PCR.
  • Detección y cuantificación de específicos anticuerpos frente a Leishmania: ELISA, IFAT.

 

TRATAMIENTO, PREVENCIÓN Y CONTROL:

No existe un tratamiento completamente eficaz. La prevención y el control se basan en el uso de repelente or insecticidas tópicos para minimizar la transmisión de la enfermedad.

Otras medidas que pueden prevenir la picada del flebótomo son: mantener al perro en el interior desde el atardecer hasta el amanecer durante las épocas de flebótomos, reducir los hábitats favorables para el insecto o el uso de redes insecticidas. El control serológico es esencial, niveles de anticuerpos elevados están asociados con niveles elevados de Leishmania.